lunes, 13 de julio de 2009

Una carta a mis ex amigos chavistas

Hace mucho tiempo que no me atrevía a escribir una carta en forma directa a algunos escritores o artistas que consideraba amigos y que dejaron de serlo porque se volvieron chavistas, y, al menos que yo sepa, no han dejado de serlo. Y menos hacerla pública.
Tampoco es que en estos 10 años las cosas me hayan parecido fáciles de entender y describir. No sé muy bien a dónde o a qué tendría que recurrir para aclararme todas estas angustias y dolores.
Pero hoy creo que es más que evidente, que todos podemos ver, que se esta sucediendo una tragedia, aunque no sepamos en qué acto estamos en este momento, y cuánto falta para la catástrofe final.
Además, pareciera no faltar mucho tiempo más para que se cierren todas las oportunidades para publicar ninguna carta en este nuestro país.
Por eso me atrevo ahora, al menos como un intento de empezar a aclarar y entender algo. Y recurro a una idea muy vieja que me ronda hace mucho la cabeza.
Hace diez años todos éramos parte del mismo grupo, o al menos eso creíamos. Éramos de ‘izquierda’ y los malos eran de la ‘derecha’. Pero no era cierto. Ni siquiera cuando cayó el muro de Berlín quisimos aceptar las evidencias históricas: que la izquierda era casi lo mismo que la derecha, que siempre lo había sido, que Stalin y Hitler se habían juntado, y de eso hace como 80 años, en contra de las democracias liberales.
Cuando Chávez ganó las elecciones del 98 muchos de mis ex-amigos creían que las cosas podían explicarse así de simple: la izquierda le había ganado a la derecha. La democracia iba a salir ganando con ello.
Tuvieron que pasar 10 años para que se viera claramente que había ganado la derecha-izquierda. Ahora la democracia está a punto de desaparecer por completo.
¿Por qué seguir creyendo en mentiras tan obvias? ¿Por qué seguir aceptando ese chantaje emocional que es la división a priori entre los buenos y los malos? ¿De verdad somos un país de niños tan bobos?
Cuando ganó Chávez un hoy ex-amigo me preguntó por qué no había votado por él. Creo que le dije algo así como que era militar, y para colmo golpista, que me parecía un Creonte de pacotilla, pensando en el tirano de la tragedia griega.
Estaba equivocada. No es que Creonte es malo porque manda a matar a su sobrina Antígona porque esta entierre a su hermano traidor en contra de la ley que lo prohíbe. Tampoco Antígona es sólo buena por oponerse a una ley cruel y despiadada. Ahora entiendo que la trágica dicotomía siempre ha sido la clásica de todos los tiempos: entre la tiranía salvaje y el orden de la polis, entre la dictadura de la desmesura y la pasión y la humilde y laboriosa política cotidiana.
Pero una cosa es estar equivocados. Y otra muy distinta es insistir en el equívoco. Porque eso es criminal si se hace a sabiendas, y es suicida si no.
¿Hasta cuándo van a seguir siendo chavistas?
Verónica Jaffé

9 comentarios:

  1. he recibido mensaje en respuesta a esta carta en facebook...bueno sería que comentaran aquí.

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  2. Primero tenemos que bajarnos de la Torre de Babel.
    Pareciera que estuvieramos todos naufragando en el mismo oceano, agarrados de una tablita y no nos atrevemos a soltarla y nadar hasta la orilla que esta ahi mismito.

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  3. Vero,
    ¿por qué este díalogo privado? Sería importante abrir la discusión. Yo no soy chavista ni lo fui y además pasé por una experiencia tan intensa a los 20 años como la cubana. Insisto que debemos abrir el compás "instead of preaching to the choir"

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  4. Muy cierto, pero es la forma más rápida, Yoli lo hizo en segundos. Y si no, ¿dónde y cómo pudiera abrirse?

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  5. Es cierto. Hay que bajar de la torre y hay que nadar a la orilla de enfrente. Pero no hace falta soltar la tablita. Para los que no sabemos nadar muy bien, la tablita ayuda. Sobre todo ayuda a dar el primer salto y echarse al agua, es decir, salir del espacio estrictamente privado y monologal.
    Personalmente me parece que ha pasado demasiado tiempo desde que cada quien se encerrara en el ghetto de su propio bando. Por eso pareciera útil empezar un juego con cartas abiertas: las trampas se hacen más difíciles así, y las mentiras más absurdas, por muy piadosas que sean. Y así también ese coro sermoneado una y otra vez por una sola voz podría comenzar a hablar. Invito a Marisol y Gabriela a escribir una cuartillita. La idea es
    empezar a escuchar y discutir las tantas voces del coro. Aunque, como dice el segundo coro de la 'Antígona',"Terrible es mucho. Pero nada tan terrible como el ser humano."

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  6. Déjame pensar qué hacer, como dijo Lenin alguna vez antes de convertirse en dictador del proletariado.

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  7. Ojalá nuestros ex amigos chavistas vengan al puente tendido.
    Muy buena la carta de Verónica, muy valiente. Creo que mucha gene no da el brazo a torcer, ni en Venezuela ni en muchos otros países, porque eso significaría reconocer que se equivocaron. Reconocer que tal vez perdieron su juventud, que perdieron amigos y sufrieron por algo que en realidad no sirvió. En fin, un poco más de humildad haría del mundo un lugar mejor.

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  8. Pues por lo leído, Chávez consiguió que los amigos dejen de serlo...no creen que es momento de pensar claramente?
    Saludo,Carlos

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  9. ¿Y qué es pensar claramente en estos momentos? No por ser de 'izquierda' se es por fuerza antifascista, y no por ser de 'derecha' se es por fuerza fascista, si por fascista entendemos lo absolutamente malvado, Los que siempre nos sentimos muy tranquilos por creernos de 'izquierda' y por eso automáticamente buenos tendríamos que revisarnos muy bien, y más ahora, frente a esta demostración abierta del cinismo chavista. Aparte de que la 'derecha' ya podría dejar de caer en la trampita moralista y populitsa de que todos los pobres son buenos y todos los ricos malos. Verónica

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